Cuando decidas, el día que a bien lo tengas
Tómate el tiempo que te parezca bien
Cuando hay más lucha, o en este caso, espera
Más meritorio el triunfo debe ser
Más claramente yo quiero que comprendas
Que solo impera, negra, tu decisión
Y que yo puedo ser tu enamorado eterno
Sin que te comprometas hasta no quererlo
Y si jamás me aceptas, pues, tu amigo soy
Eso sí, no me pidas que en ti mire a una amiga
Que no lo puedo hacer (ay, hombre)
Que se hace en un momento y se vuelve a deshacer
Que uno se la quita y se la vuelve a poner
Que tú puedes cortarla si te parece bien
Que es lo que siente un hombre
Que piensa que ha encontrado su tipo de mujer
Ay, la imponencia tuya me enamora más
Esa charla que denota madurez
Que somete a un hombre porque la verdad
Es que cuando tú haces mal, yo pienso que haces bien
Que cuando tú haces mal, yo pienso que haces bien
Doctor Rodrigo Naza Cárdenas
Perdona, entonces, que a veces yo me exceda
Y posesivo me he mostrado, quizás
Tus atributos me tienen convencido
Que, con sigilo, a ti podré llegar
Voy a pedirte, hasta el punto que puedas
Que con tu ayuda me hagas perseverar
Con incentivos, márcame un compás de espera
Si detalles te nacen, tú no los detengas
Que, cuando se te escapan, a donde mí van
Sabes que es conveniente que hagas la salvedad
Pero que, seriamente, pintó el noviazgo ya
Las cosas que se pintan, se plasman en lo real
Yo creo que en la provincia
Quizá el cerro pintado no se puede borrar
Que te hacen más bonita y siempre las tendrás
Ay, la imponencia tuya me enamora más
Esa charla que denota madurez
Que somete a un hombre porque la verdad
Es que cuando tú haces mal, yo pienso que haces bien
Que cuando tú haces mal, yo pienso que haces bien
Que cuando tú hace el mal, yo pienso que haces bien
Que cuando tú haces mal, yo pienso que haces bien
Que cuando tú haces mal, yo pienso que haces bien
Que cuando tú haces mal, yo pienso que haces bien